lunes, 22 de julio de 2013

EL HOSPITAL QUE SOÑAMOS

Los habitantes de San Antonio de Prado quieren un hospital que sea para todos, y no sólo para un puñado de veinte mil personas que pertenecen a niveles I y II del Sisbén del Régimen Subsidiado.
Las Empresas necesitan que sus trabajadores y familias sean atendidos en un hospital cercano (como lo obliga la Ley 100 de 1993 en el artículo 178 numeral 4° y Resolución 5261 de 1994 artículos 2 y 3).
Todos anhelamos que el hospital vuelva a hacer cirugías ortopédicas, que tenga pediatría y otras atenciones médicas especializadas…pero cada que le suben el nivel, luego se lo quitan.
Esperamos que nuestro hospital se convierta en un referente de la zona, y que atienda habitantes de Heliconia y otros municipios cercanos.
¿Cuándo será el día que seamos atendidos sin importar la EPS a que estemos afiliados!
El hospital que soñamos no nos lo puede dar Metrosalud –quién actualmente lo dirige- pues dice que las autoridades locales en salud no le permiten ofrecer el portafolio de servicios con otras entidades, pues le imponen tarifas muy altas que le impiden negociar con EPS y Municipios que pueden encontrar precios más bajos en el mercado.
Además, estas mismas autoridades locales obligan a Metrosalud a cerrar servicios, a disminuir el número de empleados, a bajar el número de citas médicas, etc…en fin, le imponen medidas conducentes a marchitar el hospital.
Sin embargo el Municipio, el Concejo y otras entidades, afirman que siempre han apoyado a Metrosalud y que ella es una entidad autónoma en sus decisiones, como lo hizo cuando contrató la atención de afiliados al Seguro Social EPS.
¿Quién dice la verdad, Metrosalud o el Municipio? Tal vez nunca lo sabremos. 
Pero lo que si sabemos nosotros es que un hospital no es sólo un edificio (que es del Municipio), o sólo trabajadores (que son de Metrosalud), porque un hospital es una estructura social que pertenece a la comunidad…por eso no es de los gobernantes, ni de los trabajadores, pues ellos están de paso por el hospital.
Habrá entonces que apropiarnos del hospital –a través de nuestras organizaciones comunitarias- para que vuelva a nosotros, y seamos nosotros los que tomemos las decisiones que necesitamos…porque parece que sólo nosotros sabemos -y nos importa- cuál es el hospital que soñamos.

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