Después de muchos muertos
por desatención, en tan sólo pocos meses, Metrosalud se retira definitivamente
de las cárceles del Área Metropolitana, porque según la gerente que existen
unos determinantes que no son del manejo de Metrosalud sino del gobierno, como
por ejemplo la sobrepoblación que perpetúa condiciones de insalubridad, el tema
de la alimentación y de las condiciones sanitarias no son del resorte de
Metrosalud, y si no se intervienen se continuarán enfermando los internos. Sin
embargo a través de las tutelas los reclusos les exigen resolverlo, pero
Metrosalud no puede, pues sólo tienen obligación de la atención en salud.
Y siguiendo con esa
política institucional, también debería retirarse del régimen subsidiado pues sus
afiliados, de los barrios periféricos y más pobres de la ciudad, también padecen
de hacinamiento, insalubridad y mala nutrición. Metrosalud debe entonces de
pensar en hacer maletas para instalarse definitivamente en Suiza, pues allá no
hay esos problemas y no tendrían que atender a tanto enfermo.
¿Cuántos muertos tenemos
que poner los ciudadanos, para que hagamos lo mismo que los internos, y
exigirle a Metrosalud un buen servicio?