jueves, 27 de septiembre de 2012

Bien ido


Después de muchos muertos por desatención, en tan sólo pocos meses, Metrosalud se retira definitivamente de las cárceles del Área Metropolitana, porque según la gerente que existen unos determinantes que no son del manejo de Metrosalud sino del gobierno, como por ejemplo la sobrepoblación que perpetúa condiciones de insalubridad, el tema de la alimentación y de las condiciones sanitarias no son del resorte de Metrosalud, y si no se intervienen se continuarán enfermando los internos. Sin embargo a través de las tutelas los reclusos les exigen resolverlo, pero Metrosalud no puede, pues sólo tienen obligación de la atención en salud.

Y siguiendo con esa política institucional, también debería retirarse del régimen subsidiado pues sus afiliados, de los barrios periféricos y más pobres de la ciudad, también padecen de hacinamiento, insalubridad y mala nutrición. Metrosalud debe entonces de pensar en hacer maletas para instalarse definitivamente en Suiza, pues allá no hay esos problemas y no tendrían que atender a tanto enfermo.

¿Cuántos muertos tenemos que poner los ciudadanos, para que hagamos lo mismo que los internos, y exigirle a Metrosalud un buen servicio?


martes, 25 de septiembre de 2012

Tendencias

La salud se deja permear por modas: hasta hace poco estaba en boga hablar de la reforma, luego de sus reglamentaciones, después de las redes, y ahora lo “in” es opinar sobre la Ley Estatutaria. Políticos, intelectuales y hasta líderes de barrio lanzan sus propuestas y critican las ajenas. Por ejemplo el proyecto de ley del senador Roy Barreras no gustó porque sólo pretende darle continuidad al sistema; y el de la senadora Zucardi es peor aún porque busca un refinanciamiento para un sistema que ha demostrado ser corrupto. De otra parte, el profesor Saúl Franco nos presenta su Ley Estatutaria con un despliegue de marketing pocas veces visto: una pedagógica cartilla acompañada de una serie de foros ilustrativos, que sin ser la solución a corto plazo, si convence más que los demás proyectos.


Ahora el gobierno anuncia también su propuesta de Ley Estatutaria, para solventar la crisis de la salud, pero lo cierto es que ninguno de esos proyectos alivia nada porque no atacan el problema principal…tal vez porque ni siquiera lo conocen…o lo conocen tan bien que saben que no deben (o pueden) combatirlo.

La criticada Ley Cien nunca dice que hay que negar las atenciones médicas que están contempladas en el Plan de Salud (POS), ni que se puede gastar en lujos los dineros destinados para la salud…entonces lo que hay es una mala interpretación de la norma, acomodada por unos y otros, tanto los que la ejecutan como los que la cuidan. Hasta hoy sólo conocemos la Ley Cien que “algunos” han implementado, pero no la escrita, porque allí no dice que el objetivo del sistema de salud es ser corrupto y enriquecer a pocos a costa de la salud y vida de todos los demás. Entonces podría decirse que hasta hoy sólo se ha implementado la versión acomodada (sesgada) de la Ley Cien…y por eso es criticada con justa razón.

A veces no es necesario crear nuevas leyes o cambiar las existentes; sino cambiar las mentes, ser fiel a nuestras conciencias y no a las (malas) tendencias de ser útiles a ‘otros’ que sólo tienen intereses mezquinos. Pues sólo siendo mejores compañeros de especie, podríamos lograr cambios positivos hacia nuestros congéneres, porque ya hemos aprendido suficiente sobre asesinar mientras sonríes.