San Antonio de Prado es el corregimiento que reporta el mayor número de personas –familias- desconectadas del suministro de agua por Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Son un total de 395 suscriptores (noticia del periódico El Mundo el miércoles 5 de febrero, 2014). Absurdamente la encuesta de calidad de vida alardea que la ciudad de Medellín reporta un ciento por ciento en el tema del suministro del mínimo vital de agua potable, cumpliendo así con los parámetros nacionales e internacionales sobre el asunto. A nivel mundial se ha señalado que la cantidad de agua potable necesaria para este fin es de “50 litros por persona al día” como mínimo para satisfacer las necesidades básicas de bebida, alimentación o preparación de alimentos, la limpieza y el saneamiento de las personas, según “Informe sobre la cantidad de agua domiciliaria, el nivel del servicio y la salud” por la Organización Mundial para la Salud (OMS) y ONU/WWAP (Naciones Unidas/Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos) 2003. Entonces no importa que las personas estén en mora en el pago de los servicios públicos, o que se haya reconectado ilegalmente, pues EPM no puede quitarle el servicio de agua si al hacerlo afecta a niños, maternas, ancianos o personas en discapacidad, según sentencia T-928 de 2011 de la Corte constitucional. Entonces para sostener que la ciudad suministra agua potable a toda su población tendrá nuestra alcaldía que hacer un gran esfuerzo para seguir chicaneando.
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