miércoles, 26 de febrero de 2014

TENEMOS QUE DESAPRENDER

Cuando estamos en medio de una urgencia, la comunidad llama al 1-2-3 para que le envíen una ambulancia para el paciente. Eso fue lo que nos enseñaron. Sin embargo la ciudadanía denuncia que el servicio es demorado, o que a veces lo niegan, y hasta aconsejan a la gente a usar taxi (como ambulancia) según reporta je del periódico Q´hubo del día 26 de febrero de 2014.

Por eso la comunidad comenzó a llamar a los bomberos porque ellos no niegan el servicio, y además son muy rápidos para atender las urgencias. Pero la Secretaria de Salud de Medellín en cabeza del funcionario Diego Cardona, les quitó esa facultad, como lo denunció el subcomandante de bomberos Elías Valencia.

Al parecer se les prohibió prestar el servicio de urgencias a los bomberos con la excusa de que ellos no “manejan cifras” (la verdad ellos manejan seres humanos), pero eso no es del todo cierto porque los bomberos hacen informes muy detallados (solo es cuestión de que los crucen, entre entidades).

Lo que en verdad molesta a la Secretaria de Salud de Medellín, es que los bomberos no hacen regulación. O sea, que no se molestan pedir el carne de EPS al paciente para decidir si lo atienden o no, ni les interesa saber si tiene dinero para pagar la urgencia, y lo peor es que llevan al paciente al hospital más cercano, se aseguran de entregarlo a un profesional médico responsable, sin darle “el paseo de la muerte”… y eso no lo puede tolerar ningún funcionario del sistema de salud.


Un consejo para la comunidad: En caso de urgencia no llame al 1-2-3 sino a las estaciones de Bomberos de Medellín. 

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