miércoles, 14 de mayo de 2008

VÍCTIMAS DE SU PROPIO INVENTO

La sorpresiva muerte del representante a la Cámara José Fernando Castro Caicedo, nos debe llevar a reflexionar de que no sólo el Congreso tiene fallas en el servicio de salud y urgencias, sino ¡todo el sistema colombiano de salud!...por si no se habían dado cuenta.

Haciendo un paralelo: nunca le llegó la ambulancia pedida en el i-2-3; pues a la población tampoco, y nos toca esperar hasta días. No le prestó el auxilio la clínica del frente, ni con la ambulancia ni con el personal médico; ¡pues el resto de los ciudadanos ya sabíamos que la solidaridad dejó de existir desde que los congresistas volvieron el sistema de salud un mercado!

El secretario de Salud, Héctor Zambrano, encontró que los dos consultorios del Congreso ni siquiera están registrados ante esa entidad; abundan las IPS sin registrar ¿Qué raro! Además, los dos sitios tienen fallas en bioseguridad, pues las infraestructuras físicas no son las mejores; eso es común, y el resto de los colombianos nos tuvimos que someter a las IPS de “garaje” como las que contrata la EPS del Magisterio: La Funeraria Medicopreventiva. Igualmente, se hallaron medicamentos vencidos como el suero, la penicilina y la epinefrina, que es una medicina necesaria para reanimar al paciente, y hasta elementos como catéteres o sondas intravenosas estaban en mal estado; pues a los usuarios del sistema nos toca comprar los medicamentos para que nos atiendan una urgencia, y eso ya es costumbre de todo hospital, y nunca lo reconoce la EPS.

Dicen que la situación es particularmente difícil porque el Congreso es un sitio donde entre semana pueden estar más de 2.500 personas, entre congresistas, asesores, personal administrativo, escoltas, policías y periodistas. Pues el territorio colombiano es un sitio particularmente muy difícil también, para 44 millones de ciudadanos que lo habitamos y que no contamos con un sistema de salud preparado para atender una urgencia… ¡si no logra atender a un congresista, mucho menos a un simple ciudadano!

Y eso que un congresista paga un millón 178 mil pesos por los servicios de salud.

Giovanni Vargas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene toda la razón.
Buen análisis de la situación.
Todo el escándalo se armó porque era un miembro del congreso, pero no pasa nada cuando diariamente se conoce los paseos de la muerte.
Saludos.