lunes, 29 de octubre de 2012

Respeten los ancianos

Causa interés saber cómo irá a terminar la polémica de Angelino Garzón aferrado a su poder (puesto) mientras las fuerzas políticas (y opositores) le piden que renuncie ¡pa’ no tener que echarlo (si le certifican la incapacidad)! 
Pero este suceso merece otro análisis: En Colombia los viejos son despreciados…y si están enfermos, peor.
Entonces Angelino debería aprovechar esta situación para, por fin y al final de su carrera, hacer algo por el gremio obrero: Hacer visible el drama de todo trabajador (y que ahora encarna él) cuando está viejo (o de edad madura) pero que además, está enfermo. Porque la realidad es que para la empresa ya no sirve, en la casa (su hogar) estorba, y para las EPS es un encarte. 
Para sus compañeros políticos el vicepresidente ya no sirve, estorba y es un encarte…A Angelino la vida le está dando la oportunidad de reivindicarse con el gremio obrero y de paso darle una lección de vida a los patriarcas (que manejan la política como una “industria familiar”).
Es la ocasión para hacer una apología, una epopeya por el trabajador viejo y enfermo...¿será que está pensando en eso?

sábado, 6 de octubre de 2012

We are the champions


El pasado jueves 4 de octubre se  reunieron tres  marchas al Centro Administrativo la Alpujarra, denunciando la falta de empleo…mientras tanto, toda la crema y nata de la sociedad y la política de la ciudad se reunía en el barrio El Poblado (auditorio Cámara de Comercio) para autoalabarse porque una vez más “Medellín es el mejor vividero del país”.

Según su Encuesta de Percepción Ciudadana de 2012 Medellín Cómo Vamos, problema más sentido (por séptimo año consecutivo) es el empleo con un 88%, sin embargo para la agenda municipal es un asunto más para prestarle atención.

De acuerdo a la misma encuesta, en los sectores deprimidos de la ciudad disminuyó la pobreza, porque al preguntarles si son pobres, respondían negativamente ¡es que los paisas no nos sentimos pobres así no tengamos un peso…porque eso si es pobreza! …pero al preguntarles si habían comido las tres comidas diarias, reportaron que no había suficientes alimentos para todos ¡la desnutrición de los paisas es evidente…como lo demuestran los estudios! 

También bajó la percepción al acceso de la salud, de la movilidad, y la seguridad de la ciudad (centro y barrios)… ¡pero en términos generales los políticos y empresarios de la ciudad pueden aplaudirse mutuamente porque son unos campeones!

viernes, 5 de octubre de 2012

Amaestrar


Anuncian otro diplomado en salud. Todo mundo quiere instruir al resto del “otro mundo”. Todos quieren adiestrarnos (a nosotros los pacientes): los órganos de control del gobierno, las instituciones públicas y privadas, los trabajadores del sistema, y ahora hasta las mismas asociaciones de usuarios. Pero todas tienen un común denominador: educarnos en los conceptos y reglas del sistema de salud…parece que no se cansan de señalarnos cuáles son nuestros deberes (…los pocos derechos) y cómo funciona el sistema. Tal parece que muchos nacieron con el complejo de profesor. Y en el campo de la salud abundan los cursos para enseñarnos cómo debemos de pensar el sistema. Entonces crean cursos, talleres, foros, seminarios, diplomados y cuanta cosa existe para agrupar personas y líderes para adoctrinar. 

Ya estoy harto de ver enseñar qué es el POS, cómo funciona la UPC, el Copago y todas sus reglas del juego. Sólo quiero saber cómo me defiendo contra tanta regla: saber cómo lograr que me den una atención que está fuera del POS, cómo lograr que no me nieguen una urgencia, que me atiendan aunque no tenga dinero para el copago, que no me demoren meses la atención médica hasta que me muera…pero parece que a nadie le importa prepararnos para defender nuestro derecho a la salud; y creen que con enseñar la tutela ya compensan este vacío. ¡y la gente sigue desamparada, sin saber qué hacer frente a tanta regla que le niega derechos!

Héctor Abad decía hace treinta años que faltan instrumentos teóricos y prácticos, además técnicas apropiadas en el campo de la acción social para hacer algo efectivo por la salud de las poblaciones…y aún hoy carecemos de herramientas (prácticas y teóricas) para defender la salud de los grandes conglomerados, por estar enseñando los conceptos del establishment (Estado, Sistema, Gobierno)… ¡sólo cuando creemos nuestros propios criterios, haremos formación política! Mientras tanto sólo estaremos adiestrando más gente para el sistema.  

miércoles, 3 de octubre de 2012

EL CÁNCER NO MATA


A sus 16 años, Jennifer tuvo que enfrentarse a la Leucemia Linfoide Aguda, y su familia a padecer el laberinto de trámites para que la pudieran atender. Lo primero fue convencer a la EPS de darle a la niña como médico tratante un oncólogo pediatra, ya que entidad se oponía porque quería tratarla como a una adulta (sin pediatras) dada la avanzada juventud de Jennifer. 

Ahora el problema era lograr autorizar el traslado de la paciente a una ciudad que tuviera al profesional médico con las dos especialidades.

De esta manera Jennifer y su madre llegan a un hospital infantil de la ciudad de Medellín.  Sin embargo la EPS nunca ha querido asumir los gastos de traslado y hotelería, a pesar de la insistente solicitud de la familia, pues ellos entienden que el sistema de salud si contempla ese derecho, según sentencia de la corte constitucional No. T-062 de 2006:

“La Corte al considerar que no solo es necesario garantizar el acceso a la salud como derecho que es, sino también asegurar la accesibilidad a la prestación del servicio de salud,  en oportunidades  ha ordenado a la EPS o ARS obligada, la prestación del servicio de trasporte del enfermo y de ser necesario de acompañante, ante la comprobación de las circunstancias de pertinencia, necesidad y urgencia de la medida, así como las condiciones económicas de los sujetos involucrados, es decir, del paciente y de sus familiares, como puede establecerse en las sentencias T-197 y T- 350 de 2003 (…)”.

El problema mayor ha sido que autoricen las órdenes médicas, pues al ser de alto costo (según el literal a. del artículo 17 de la Resolución 5261 de 1994), les ponen más trabas. Y otro problema es que una vez autorizadas, la EPS le cobra copagos muy costosos, a pesar de que esta enfermedad ésta exonerada, según la norma:

“Acuerdo 260 de 2004, Artículo 7º. Servicios sujetos al cobro de copagos. Deberán aplicarse copagos a todos los servicios contenidos en el plan obligatorio de salud, con excepción de: 4. Enfermedades catastróficas o de alto costo”.

La EPS ha insistido en asignarle a Jennifer un oncólogo de adultos, para cambiarle definitivamente a médico tratante pediatra, ya que así puede dar por terminado el protocolo médico, y no tener que autorizarle más órdenes médicas, ya que el tratamiento de cáncer para niños es más costoso. Hubo que tutelar para que el Juez de tutela hiciera respetar al médico que había elegido la paciente, por encima del impuesto por la EPS, como lo determina la Corte Constitucional en la sentencia T-344 de 2002: 

“La jurisprudencia constitucional ha señalado en repetidas ocasiones que el criterio al cual se debe remitir el juez de tutela en estos casos es la opinión del médico tratante, en cuanto se trata de una persona calificada profesionalmente (conocimiento científico médico), que atiende directamente al paciente (conocimiento específico del caso), en nombre de la entidad que le presta el servicio (competencia para actuar en nombre de la entidad). Esa es la fuente, de carácter técnico, a la que el juez de tutela debe remitirse para poder establecer qué medicamentos o qué procedimientos requiere una persona.”

Ahora que Jennifer ha cumplido su mayoría de edad, la EPS tiene nuevamente la excusa para quitarle finalmente su médico tratante y negarle todas las órdenes médicas que éste le ha dado, y ni con tutela ha sido posible convencer a los Jueces de que la EPS debe respetar la continuidad del tratamiento y de la relación médico-paciente, pues ellos entienden que ahora que Jennifer es adulta, le pueden quitar el pediatra-oncólogo, con la nefasta consecuencia de interrumpir (y terminar) el tratamiento.

Hoy Jennifer ha comprendido una amarga verdad: que el cáncer no la matará si no los trámites. Pareciera que la administración del sistema de salud caminara en dirección opuesta a ciencia (y tecnología) médica.